AMOR LIBRE
El término amor libre es una expresión utilizada para
describir el rechazo al matrimonio, que es visto como una
forma de atadura social.
El objetivo inicial fue separar los asuntos sexuales del matrimonio, embarazos no deseados y
el adulterio.Ya que para este tipo de cuestiones los involucrados no cuentan con ataduras civiles o reconocidas por otros, "no se pueden reclamar nada por que no son nada".
Gran parte de la tradición del amor libre es una rama del
anarquismo, y refleja una filosofía civil libertaria que busca la libertad sin una regulación estatal o de la Iglesia.
Bajo este concepto, las uniones libres de adultos son relaciones
legítimas que deben ser respetadas por ambos mientras estén bajo relaciones emocionales o sexuales.
Mucha gente en el siglo XIX creía que el matrimonio era un
aspecto importante de la vida para "cumplir con la felicidad humana
terrenal."
Esta mentalidad creó una visión
sobre los roles de género muy definidos, lo que llevó a la promoción del
movimiento de amor libre.
Mientras que la frase amor libre a menudo se asocia con la
promiscuidad en la imaginación popular, especialmente en referencia a la
contracultura de los años 1960 y 1970, históricamente el movimiento de amor
libre no ha abogado por tener múltiples parejas sexuales o relaciones sexuales
de corto plazo. Por el contrario, se ha argumentado que las relaciones amorosas
libres no deben ser reguladas por la ley.
El término "sexo radical" también se utiliza de
manera intercambiable con el término "amante libre", y fue el término
preferido por los defensores debido a las connotaciones negativas de "amor
libre" [cita requerida] Los defensores tuvieron dos fuertes creencias:
oposición a la idea de la actividad enérgica sexual en una relación y la
defensa de que una mujer puede utilizar su cuerpo de cualquier manera que
desee.
Las leyes de especial interés para el movimiento de amor
libre incluyen aquellas que impiden la convivencia de una pareja no casada, las
que regulan el adulterio y el divorcio, así como la edad de consentimiento
sexual, el control de la natalidad, la homosexualidad, el aborto, y a veces, la
prostitución, aunque no todos los defensores del amor libre están de acuerdo en
estas cuestiones. También se preocupan por la abrogación de los derechos
individuales en el matrimonio; por ejemplo, algunas jurisdicciones no reconocen
la violación conyugal o la tratan con menos seriedad que la violación no
conyugal. El movimiento de amor libre también ha defendido desde el siglo XIX
el derecho de discutir públicamente la sexualidad y se ha enfrentado a las
leyes de obscenidad.
En 1857, Francis Barry escribió que "el matrimonio es
un sistema de violación", afirmando que la mujer es una víctima, donde no
puede hacer nada más que ser oprimida por su marido, mientras él la tortura en
su casa, que se convierte en una casa de servidumbre.En uno de sus artículos,
Barry escribió:
"El objeto de esta
Sociedad" [la emancipación de la mujer], de acuerdo con el artículo 2 de
su Constitución [amor libre], "será garantizar la libertad absoluta a la
mujer, a través del derrocamiento del popular sistema del matrimonio'
La historia del amor libre se
entrelaza con la historia del feminismo. Desde finales del siglo XVIII las
feministas más importantes como Mary Wollstonecraft, han desafiado a la
institución del matrimonio, y muchos han abogado por su abolición.
Wollstonecraft fue una de las
primeras mujeres que contribuyeron al movimiento de amor libre con sus obras
literarias. Sus novelas criticaron la construcción social del matrimonio y sus
efectos en las mujeres. En su primera novela, Mary: A Fiction, escrita en 1788,
la heroína se ve obligada a un matrimonio sin amor, por razones económicas.
Encuentra el amor en la relación con otro hombre y una mujer. La novela, Mary:
or, The Wrongs of Woman, escrita en 1798 pero nunca publicada, gira en torno a
la historia de una mujer encarcelada en un asilo por su marido. Mary encuentra
una realización fuera del matrimonio en una aventura con otro recluso. La
autora deja claro que la mujer "tenía fuertes deseos sexuales y que era
degradante e inmoral pretender otra cosa."
Una mujer casada era solamente
una esposa y madre, negándole la oportunidad de seguir otras ocupaciones. Esto
llegó a ser legislado en algunos sitios, como prohibir mujeres casadas y madres
en la profesión docente. En 1855, la defensora del amor libre Mary Gove Nichols
describió el matrimonio como "la aniquilación de la mujer",
explicando que las mujeres eran considerados como propiedad de los hombres en
la ley y el sentimiento público, posibilitando a los hombres tiránicos privar a
sus esposas de la toda libertad.
Por ejemplo, la ley autorizaba al esposo a
disciplinar físicamente a su esposa. Los defensores del amor libre como Nichols
argumentaban que muchos niños nacían en matrimonios faltos de amor por
obligación, pero que debían ser el resultado de la elección y el afecto. Sin
embargo, los niños nacidos fuera del matrimonio no tenían los mismos derechos
que los niños con padres casados.
Para los defensores del amor
libre, el sexo no solo es para la reproducción. El control de la natalidad se
considera un medio para la independencia de la mujer, y algunas activistas del
control de la natalidad como Margaret Sanger también abrazaron el amor libre.
Francis Barry también fue un
destacado defensor del amor libre de mediados y finales del siglo XIX. Estuvo
de acuerdo en que el matrimonio socialmente ataba a una mujer al hombre, y que
las mujeres deberían ser libres. Aunque este movimiento concernía en gran
medida las mujeres, los principales organizadores fueron en su mayoría hombres,
como Barry. Esto contribuyó a fomentar una ideología masculina. Aunque los
hombres eran los principales contribuyentes al movimiento del amor libre, el
movimiento en sí era asociado con mujeres llamativas y ruidosas. Había dos
razones por las cuales el concepto era más agradable a los hombres. La primera
razón fue que las mujeres perdían más que los hombres, si el matrimonio fuese a
ser "minado". La segunda razón es que el amor libre "se basaba
en la fe en el individualismo", una cualidad que la mayoría de las mujeres
tenían miedo o no eran capaces de aceptar.
Los radicales del sexo se
mantuvieron enfocados en su intento de defender el derecho de la mujer a
controlar su cuerpo y de discutir libremente temas como la anticoncepción,
abuso sexual conyugal (emocional y físico) y la educación sexual. Creían que
hablar sobre la sexualidad femenina podría ayudar a empoderar a las mujeres.
Para lograr estos objetivos, los radicales del sexo se basaron en escribir
libros, folletos y publicaciones periódicas. Este método los ayudó a difundir
su mensaje por todo Estados Unidos.
Las concepciones revolucionarias
enmarcaban al amor libre como algo necesario dentro del cambio social de
diversas formas. Las posiciones de amor libre han sido especialmente defendidas
dentro del anarquismo y en algún grado en el liberalismo y el socialismo por
mujeres feministas y también por muchos varones, aunque personas más
conservadoras dentro de estos movimientos consideraban que el amor libre
implicaba promiscuidad o distracción de las actividades organizativas por
dejarse llevar por los instintos así como por el riesgo de olvidar que la lucha
primordial era política.
Dentro del anarquismo se pueden
destacar los ensayos y la acción de mujeres anarquistas como Emma Goldman o
Voltairine de Cleyre. Dentro del marxismo están los escritos de Alexandra
Kollontai quien fuera una importante dirigente dentro del Partido Bolchevique
cuando asumió el poder del estado en la naciente Unión Soviética.