sábado, 4 de mayo de 2013

EL EGO DEL AMOR


EL EGO DEL AMOR

Para empezar te dire que significa EGO- es igual al “Yo”.

El ego es la idea falsa que cada quien tiene de sí mismo; no constituye más que una ilusión, pero una ilusión que ejerce una gran influencia.


Cuando prestamos atención a la voz del poder y la capacidad de aceptar el amor en todas nuestras relaciones. Empezamos a valorar la importancia que damos al ego, quien se encarga de bloquear nuestra percepción del amor  cambiando los roles de comportamiento, en este sentido se empieza a manipular ese “Dar y Recibir”, se pone en duda toda esa reciprocidad de la pareja “El NOSOTROS” para sustituirla por el “YO”.


El Ego es el que dice, que yo soy esto (bajo, guapo, feo, gordo, flaco, )(yo soy abogado, administrativo, bombero…) y tú eres eso (todas las etiquetas y adjetivos calificativos), es el que distingue dentro y fuera, arriba y abajo, día y noche, realidad y ficción, bueno y malo, etc.



En psicología lo como en toda relación el ”yo” más frecuentemente se define como el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos, psíquicos y sexuales.

Sin embargo las personas con personalidad ególatra solo ve como único y cree que todo gira entorno a ellos, no toman la responsabilidad de sus vidas por lo que mucho menos la de los demás.


Este problema en cualquier relación afecta ya que en lugar de que los involucrados respondan por sus actos de forma personal, por lo que tienden a culpar a otros por sus malos actos, y otra particularidad de estos egolatras del amor es de que cuando algo sale bien tienden a manipular la situación para salirse con la suya y llevarse todo el crédito de la victoria.
Este tema me fue muy controversial al investigarlo y la razón es que como dice el dicho ”la verdad no duele pero incomoda” y es cierto ya que para esto me tope con tres verdades incomodadas.

Verdad incomoda 1 “yo… amarte?”



Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no  no en la propia capacidad de amar. De ahí que el problema es cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos:

1.       Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición.

2.       Usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas, por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc.



3.       Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, tales como tener modales agradables y conversación interesante, ser útil, modesto, inofensivo.



Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para «ganar amigos e influir sobre la gente».

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

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